Desde el principio, AAE ha abierto nuevos caminos para revolucionar la producción de carbón activado. Desde el principio, el desarrollo interno se centró en la máxima calidad del carbón activado producido, aprovechando al máximo los recursos energéticos utilizables. Todo ello con la máxima automatización, de modo que el personal necesario para operar cada planta se reduce al mínimo, con sólo dos personas.

El resultado son plantas de producción de carbón activado basadas en la tecnología One-Step-Activation & Energy-Recovery-Plus, que no tienen rival en términos de eficiencia energética, capacidad de producción y gama de aplicaciones.

En principio, cualquier material orgánico puede utilizarse como materia prima para la producción de carbón activado. Ya sea madera, cáscaras de nuez, granos de fruta, biomasa mixta, coque de cualquier tipo o carbón de origen fósil, casi cualquier material puede transformarse en carbón activado en una misma planta y, en función del potencial de la materia prima, ofrece la máxima calidad posible de carbón activado aprovechando la energía que también contiene. Esto ofrece al operador de la planta la máxima flexibilidad en la selección de materias primas y le permite ofrecer una amplia gama de calidades de carbón activado al mejor precio.

El camino desde la materia prima hasta el carbón activado es tan sencillo como podrías desear.

La materia prima se introduce en una tolva de alimentación abierta, que está conectada a un dispositivo de pretrituración mediante una cinta transportadora. Aquí, la materia prima se tritura hasta alcanzar el tamaño óptimo para conseguir la granulometría deseada del producto, teniendo en cuenta las condiciones óptimas de activación. El polvo producido se extrae, se recoge por separado y puede transformarse como producto secundario, por ejemplo, en pellets de combustible. Tras la trituración previa, la materia prima triturada se transporta mediante una cinta transportadora al silo de alimentación situado en el corazón del proceso de producción de carbón activado.

Se trata de un horno rotatorio especial de alta temperatura y calentamiento eléctrico indirecto con varias zonas de calentamiento controlables por separado. Dentro del horno rotatorio, la materia prima se calienta a alta temperatura en varias zonas de temperatura con exclusión de aire e introducción de vapor, convirtiéndola de materia prima orgánica en carbón activado de alta calidad en una sola pasada.

El carbón activado resultante se enfría dentro del mismo horno rotatorio tras la activación y de ahí pasa al silo de producto, desde donde se transporta a la planta de cribado para su clasificación y división en las fracciones deseadas. Sin más transporte, el carbón activado cae en el embalaje automatizado, del que sólo hay que extraer el producto despachable en sus fracciones resultantes.

Este proceso desarrollado por AAE es el “Proceso de activación en un solo paso”, único en el mundo, que ofrece ventajas significativas sobre todas las demás tecnologías utilizadas en el mundo hasta la fecha.

La producción de carbón activado en otras plantas de activación del mundo ha dependido hasta ahora del uso de material pirolizado, es decir, coque. Éste debe producirse en un paso adicional del proceso antes de la activación, lo que requiere una planta de pirólisis separada, o bien requiere la compra de coque, lo que a su vez reduce masivamente la flexibilidad del operador de la planta en la compra de materias primas y reduce la mayor parte de los beneficios potenciales al acortar su propia cadena de valor. Además, la compra de coque, que suele producirse en condiciones de la Edad de Piedra y sin las normas más estrictas de protección del medio ambiente en las carbonerías más sencillas, no es sostenible desde la perspectiva actual y, por tanto, se ha vuelto socialmente inaceptable.